El Primer Susurro

Antes de que existieran estrellas,
antes del tiempo, antes del nombre,
hubo un susurro de luz,
una partícula solitaria que nació del vacío sagrado.

Ese susurro era el Hidrógeno,
el primer latido del universo,
el aliento original del Todo.

No tenía forma compleja, ni peso, ni color,
pero sí tenía un propósito:
ser la semilla.

Del Hidrógeno nacieron las estrellas,
de las estrellas, la luz,
de la luz, los elementos,
de los elementos… tú.

Así que cuando respires,
recuerda que llevas dentro
el eco del primer sonido,
el fuego de la primera chispa,
el legado del susurro que inició la existencia

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